WASHINGTON — El gobierno de Federal Aviation Administration (FAA) informó el miércoles que, ante la prolongación del cierre parcial del gobierno federal —ya en su día 36—, ordenará una reducción del 10 % del tráfico aéreo en 40 de los principales aeropuertos de Estados Unidos a partir del próximo viernes, salvo que se alcance un acuerdo para reabrir el organismo.
Impacto inmediato
Las aerolíneas están ya modificando sus horarios, cancelando cientos de vuelos y afrontando una avalancha de llamadas de pasajeros afectados. Se estima que hasta 4.000 vuelos diarios podrían resultar afectados si no se revierte la medida.
En aeropuertos como el de Atlanta o Chicago los retrasos y cancelaciones se multiplican, mientras crece el descontento entre los viajeros.
¿Por qué se toma esta medida?
La FAA apuntó que la reducción responde a “riesgos de seguridad” derivados de la falta de personal de control de tráfico aéreo —más de 13.000 controladores y 50.000 agentes de la TSA trabajan sin paga desde hace semanas— y la presión sobre el sistema por la prolongación del cierre gubernamental.
El cierre ha sido el más prolongado en la historia de EE.UU., generando ya efectos en múltiples sectores.
Consecuencias esperadas
- Las compañías aéreas advierten de costes adicionales, reorganización de rutas y servicios, y posible aumento de las tarifas a pasajeros.
- Los viajeros enfrentan mayor riesgo de pérdida de conexiones, aumento de esperas y estrés adicional durante las festividades de viaje que se aproximan.
- Expertos advierten que un sistema aéreo debilitado podría generar efectos de cascada en logística, cadenas de suministro y turismo.
- Desde el punto de vista político, la medida añade presión al Ejecutivo y al Congreso para llegar a un acuerdo antes de que la situación escale aún más.
¿Qué sigue?
El viernes será clave: si no se revierte la orden, el recorte comenzará y la FAA podría anunciar más reducciones si la crisis persiste. Las negociaciones en el Congreso se centran en cómo reabrir el organismo y pactar el presupuesto para los próximos meses. Hasta entonces, los viajeros y las aerolíneas siguen en vilo.
¿Por qué importa para Europa y España?
Aunque se trata de un hecho en Estados Unidos, la interrupción del sistema aéreo estadounidense tiene impacto global: muchos vuelos transatlánticos, conexiones con Europa y alianzas aéreas pueden verse afectados indirectamente. Además, el cierre prolongado del gobierno estadounidense envía señales de inestabilidad institucional que pueden afectar al comercio, turismo y percepción internacional.
